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viernes, 9 de agosto de 2013

Mónico Sánchez, un pionero


De vez en cuando, surge una combinación entre una mente brillante, una voluntad fuerte y un sueño. Es lo que le pasó a la persona de la que quiero contar algunas cosas: un pionero en el mundo de la física aplicada, particularmente de la electricidad. Alguien que aprendió sólo, prácticamente un autodidacta. Una persona bastante desconocida y con una vida personal y profesional increíble. Un hombre de progreso y un emprendedor. Se trata de Mónico Sánchez.

Mónico Sánchez, 1880 - 1961
En ámbitos académicos relacionados con la ingeniería y la medicina es conocido principalmente por haber sido el inventor del equipo portátil de Rayos X. También quizá se le conozca en el mundo de las telecomunicaciones por haber sido también un pionero en la telefonía móvil, nada menos que a comienzos del siglo XX.

INICIOS. PIEDRABUENA Y MADRID

Mónico Sánchez nació en 1880 en el pueblo manchego de Piedrabuena (provincia de Ciudad Real), en la España profunda de finales del S XIX, donde se vivía del campo y había un 75% de analfabetismo. Su padre tenía un tejar y su madre trabajaba lavando ropa. Mónico estudió el bachiller elemental (secundaria) en su pueblo y el profesor le animó a irse a Madrid a seguir estudiando. Llegó en 1901 a la capital, en la que entonces empezaban a verse las primeras farolas y los primeros tranvías eléctricos, y lo vio claro: eso era lo que quería estrudiar.

Pero la Escuela de Ingenieros estaba cerrada por huelgas (tiempos difíciles), y entonces decidió estudiar Electrotecnia siguiendo un curso por correspondencia, en inglés, impartido por Joseph Wetzle desde Londres. Mónico no sabía ni una palabra de ingles, pero eso no le echó para atrás: de forma muy metódica siguió el curso a la vez que aprendía el idioma, y a los 3 años, el propio profesor, asombrado ante ese alumno español, le animó a buscarse la vida en América: en tres años, de La Mancha a New York.

NUEVA YORK

Y así lo hizo, en 1904, con 60 dólares encima, viaja a Cádiz y se embarca en un vapor rumbo a Nueva York. Tras un tiempo en el que completó su formación a la vez que se ganaba la vida con trabajos eventuales, consigue un trabajo de ingeniero en una empresa dedicada a producir aparatos eléctricos para usos médicos. Es entonces cuando inventa el aparato portátil de Rayos X. Es un maletín de 10 Kg. de peso, frente a los 400 Kg. de los aparatos que entonces existían.

El aparato de Rayos X portátil de Mónico
Por entonces coincide con Thomas Edison y Nikola Tesla, enfrascados en la guerra eléctrica: Edison defendía la corriente continua y Tesla la alterna. Hacían demostraciones públicas, Tesla hacía pasar de forma bastante espectacular por su cuerpo la corriente alterna para mostrar su inocuidad, mientras Edison se dedicaba a 'achicharrar' electrocutando a animales para demostrar lo perniciosa que era la corriente alterna. Fue así como mató a la elefanta Topsy, motivo por el cual empezó a ver la crueldad que suponían esos espectáculos, y Edison dejó de hacer sus demostraciones. La increíble vida de Tesla (otro curioso pionero de la electricidad) también daría para escribir alguna cosa.

Mónico se decantaba por la alterna (que finalmente demostró ser mucho más eficiente), pero decidió seguir su camino: la fama que consigue con su invento hace que Frederick Collins, enfrascado en desarrollar la telefonía móvil le contrate para montar la 'Collins Wireless Telephone Company', y de paso, vender su aparato de Rayos X, que pasó a llamarse 'The Collins Sanchez Portable Apparatus'. Se presentó en una exposición en el Madison Square Garden en 1909. Aquí hay una curiosa foto de ese evento:

Mónico Sánchez en la expo de 1909 del Madison, junto a los stands de GE (Edison) y Westinghouse (Tesla)

El ansia comercial de Collins echó para atrás a Mónico, que se desvinculó del proyecto. Y en buena hora: Collins inició una agresiva campaña para vender su equipo de telefonía móvil ocultando un dato importante: a los 15 minutos de conversación, los aparatos celulares ardían. Eso no se supo hasta tiempo después, pues las demostraciones de Collins duraban unos pocos minutos. Collins y otros 4 directivos de la empresa acabaron en la cárcel, y Mónico, que ya no estaba con él, decidió volverse a España y montar una fábrica eléctrica en su pueblo con todo el dinero que había ganado en América.

DE VUELTA AL PUEBLO

¿Y dónde mejor que en su pueblo? En Piedrabuena, en mitad de la Mancha, lejos de todo, montó en 1913, hace justo un siglo, el Laboratorio Eléctrico Sánchez. Para ello tuvo que montar también una pequeña central termoeléctrica, donde hacía traer en carros el carbón como combustible, y que también sirvió para que el pueblo tuviese luz eléctrica, donde ya de paso, también montó un cine.

Plano del Laboratorio Eléctrico Sánchez que montó en Piedrabuena cuando volvió de Nueva York

Allí empezó a fabricar unidades de su aparato de Rayos X portátil, que vendió entre otros al ejército francés para que fuera utilizado en ambulancias de campaña en la 'Gran Guerra'. Pero también eran tiempos revueltos en España. En 1931 triunfa la República, Mónico en principio lo celebra, comienza la Guerra Civil, él no acaba de posicionarse, seguramente viendo la salvajada en ambos bandos. Y aunque tras terminar la guerra no sufre represalias, su laboratorio ya no vuelve a ser el mismo: las nuevas tecnologías y la falta de empuje hacen que tras su muerte, en 1961, se eche el cierre a las instalaciones del laboratorio.

Este es un blog muy genérico, si queréis conocer más detalles de la increíble vida de Mónico Sánchez y de sus inventos, podéis pinchar en estos enlaces:
  • Aquí tenéis un magnífico artículo de Manuel Ansede en la revista 'Materia' en la que se cuentan más detalles de la 'vida y obra' de Mónico Sánchez. Incluye un curioso vídeo de la muerte de Topsy, la elefanta que electrocutó Thomas Edison para intentar demostrar los 'peligros' de la corriente alterna descubierta por Nikola Tesla.
Portada del libro 'El gran Mónico'
A MODO DE EPÍLOGO

No digo nada nuevo si afirmo que España es un lugar curioso. No puede ser que el país en el que se acuñó la frase 'Que inventen ellos' sea el mismo que es reconocido por su creatividad, innovación, cuna de grandes inventores y descubridores. Algo falla, no sé si la indolencia o la comodidad de la sociedad o de los gobernantes.... Lo que sí tengo claro es que sería letal que en estos tiempos duros y difíciles diéramos de lado a la Ciencia. No hay dinero, de acuerdo, pero hay que hacer lo posible para que la investigación no desaparezca de este país. Y es que, como dice Juan Pablo Rozas, profesor de la UCLM y gran conocedor de Mónico Sánchez,  

'En España necesitamos muchos Mónicos'


IMPORTANTE: Algunas de las fotos que he puesto pertenecen al Archivo de los Herederos de Mónico Sánchez, con quienes he tratado de ponerme en contacto para contar con su permiso, pero sin éxito. Lo seguiré intentando. No creo que tengan inconveniente en que las haya puesto.

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