El antiguo bar, en la calle Villafranca |
Ese es el nombre de un pequeño bar que había hacia 2010 en la calle Villafranca, muy cerca de la plaza de Las Ventas de Madrid, entre el Parque de las Avenidas y la Plaza de Toros. Ofrecía menús del día más que correctos, y nunca faltaban las salchichas alemanas con su puré y su chucrut. Tenía una bandera de Chile en el interior, una gran foto de Valparaíso, con uno de sus funiculares en primer plano, y una decoración de ambiente marinero. Durante el Mundial de Sudáfrica que acabó ganando España, colocaron una gran bandera chilena sobre la puerta. Y, casualidad, pasé por la puerta el día que jugaron España y Chile un partido de la primera fase, que ganó España 2-1. Ese día había un gran ambiente. Por lo que he visto, 'El Regreso del Winnipeg' se mudó a un local más grande, muy cerca de donde estaba, al barrio de La Guindalera, y después le perdí la pista, porque dejé de ir a trabajar por allí.
LA CIUDAD
Por otro lado, Winnipeg me sonaba a exótica ciudad canadiense, llena de renos y en la que se debe pasar mucho frío. En cuanto al frío, así debe ser: según parece, es la ciudad del mundo más habitada (unas 600.000 almas) con las temperaturas frías absolutas más bajas.
Vista de Winnipeg, Manitoba, Canadá. |
EL BARCO
Curioso como soy, siempre me llamó la atención esa aparentemente extraña relación entre Winnipeg y Chile. Pero ahora Internet lo pone fácil: brujuleando por la 'red de redes' no tardé ni cinco minutos en encontrarlo: el Winnipeg fue un paquebote de bandera francesa que, en agosto de 1939, trasladó a Chile a unos 2.200 refugiados republicanos españoles en Francia, un viaje organizado por Pablo Neruda, entonces cónsul para la inmigración española en Francia. Nunca se lo pregunté, pero me da que el dueño de 'El Regreso del Winnipeg', un hombre alto, delgado, canoso y con barba y gran bigote, quizá pudiera ser un refugiado chileno en España de los tiempos de la dictadura de Pinochet, y quién sabe si descendiente de alguno de aquellos refugiados españoles republicanos que acabaron en Chile...
Pisco Sour en El Regreso del Winnipeg: en la carta hay un barco... |
El Winnipeg |
DOS LIBROS
Me ha dado por escribir todo esto después de escuchar por la radio una entrevista con Amparo Tórtola, periodista y escritora valenciana que hace poco ha publicado la novela 'Apenas unos segundos', en el que, tomando como coartada el viaje de una periodista a Chile para conocer a la segunda mujer de Neruda, Delia del Corral, se narra una saga familiar de refugiados republicanos valencianos huidos a Francia tras la guerra, y que acabaron viajando en el Winnipeg a Chile, país que les acogió y en el que pudieron empezar una nueva vida. Y luego, de vuelta a España, la 'nueva España' de los 80.
No lo he leído, pero tiene muy buena pinta, aquí tenéis un pequeño fragmento, que incluye la trayectoria de la escritora .En ese breve fragmento, al hacer la semblanza de Amparo Tórtola, se dice que su lema es 'También esto pasará', y, según comentó en esa entrevista en la radio, ese iba a ser el título de este libro. Pero tuvo que cambiarlo, pues en pleno proceso de edición, la escritora y editora Milena Busquets publicó una novela con ese mismo título: 'También esto pasará'.
La trama de 'También esto pasará' nada tiene que ver con el Winnipeg, ni con refugiados españoles, ni con Chile. Es una novela autobiográfica en la que la autora, tras la muerte de su madre, la también editora Esther Tusquets, hace un repaso a la compleja relación madre - hija que debieron tener, a las transformaciones vitales que llevan a la madurez, los cambios en el amor, el desamor, el sexo, a la ausencia de un referente vital...En definitiva, a esa 'crisis de los 40' que cada uno que la vive, lo hace a su manera. Aquí os dejo también un fragmento del comienzo de la novela.
Y para acabar de cerrar el círculo, quería comentaros que Esther Tusquets, la otra protagonista del libro de su hija Milena, fue la editora en España de Pablo Neruda, razón por la que el poeta y la editora tuvieron una estrecha relación durante muchos años. Por ejemplo, fue ella una de las personas que acompañaron a Neruda en la única visita que hizo a España tras el fin de la Guerra Civil, una parada fugaz en Barcelona, en abril de 1967, de camino a un congreso en la Unión Soviética. Pero ya no vino con Delia del Corral, sino con su tercera esposa, Matilde Urrutia. Aquí tenéis una foto del paseo que dieron por Barcelona:
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